Muchos de los problemas respecto al éxito en la escuela, giran alrededor del desarrollo de buenos hábitos de estudio y expectativas respecto a las tareas en casa. Los padres pueden desempeñar un papel importante aportando estímulos, ambiente y materiales necesarios para que el estudio sea un éxito.
Por eso aquí os dejo algunos consejos que los padres podéis seguir para ayudar a nuestros niños a desarrollar y mejorar sus hábitos de estudio.
Establecer un horario. Lo primero que hay que decidir es la hora en la que se hacen los deberes de la escuela. Es importante que los niños participen en la elaboración del horario:
- ¿Cuánto tiempo para descansar después de haber llegado de la escuela?
- ¿Cuánto tiempo para organizarse?
- ¿Cuánto tiempo de televisión?
- ¿Cuándo comer? y
- ¿Cuándo comenzar a estudiar?
Una vez elegido el horario, hay que mantenerlo. Si no hay deberes algún día, pueden utilizar el tiempo para leer o trabajar en proyectos a largo plazo. Es muy importante que se acostumbren a estudiar todos los días.
Si el horario no funciona buscar otro. Dos períodos cortos de estudio en el día pueden ser más fáciles que uno más largo. Estudiar una hora al comienzo de la noche puede ser más adecuado que inmediatamente después del escuela. Continuar experimentando con los horarios hasta que encontréis el adecuado.
Ofrecerle una zona tranquila y cómoda para estudiar. Procurar que estudie en el mismo lugar todos los días. Escoger una habitación o lugar en casa en donde no haya muchas distracciones y aseguraos de que tiene a mano todo el material que necesita (papel, lápices,...)
Ayudarle a organizarse. Esto se puede conseguir de diferentes maneras:
- colocando el horario escolar en un lugar visible para saber las asignaturas que tiene cada día
- un calendario escolar o bien una simple agenda, donde apuntar los deberes que tiene que hacer, cuando entregar los trabajos,...
- alguna carpeta para que guarde sus hojas de ejercicios en un lugar seguro y se mantenga organizado.
Ofrecerle ayuda. Estar atentos y responder a cualquier pregunta que tengan. Tratar de darles información sin hacerle los deberes. Al dialogar con ellos y hacerles preguntas sobre los deberes, les ayudaremos a reflexionar a fondo y a seguir los pasos necesarios para realizarlos. Estas son algunas preguntas que pueden ayudar:
- ¿Entiendes bien lo que se te pide que hagas? Una vez que el niño haya leído las instrucciones cuidadosamente, le pedimos que expliquen con sus propias palabras de qué se trata. Si no entiende las instrucciones, leerlas juntos de nuevo y hablar sobre los ejercicios.
- ¿Necesitas ayuda para entender cómo hacer este ejercicio? Observar:
- si no tiene una buena base para hacer los ejercicios que le están pidiendo, por ejemplo, si tiene que dividir y todavía no controla bien la multiplicación difícilmente podrá solucionar el problema. O quizá necesite que se lo explique de nuevo el maestro.
- Si entiende bien la materia, quizás podáis ayudarle con algunos ejemplos. Pero no olvidéis dejar que sea el niño quien haga y se responsabilice de sus deberes.
Estar alerta a las señales de cansancio. Si el niño muestra señales de cansancio, permitirle que se tome un descanso. Animarlo y hacerle saber que tenéis plena confianza en su capacidad para completar su trabajo.
Y por supuesto No olvidéis elogiarlo. Felicitarle por estudiar mucho y por terminar sus deberes. Y si algo no ha hecho bien, procurad que vuestras críticas sean constructivas.
Con un poquito de paciencia, lo conseguiremos.